La pododermatitis es una inflamación de la piel en las patas de los perros que puede causarles incomodidad y dolor. Esta condición puede ser resultado de diversas causas, como alergias, infecciones, parásitos o irritantes. Es fundamental que los dueños de mascotas sepan cómo identificar los síntomas de la pododermatitis y cómo tratarla de manera efectiva. En este artículo, exploraremos en detalle cómo reconocer esta enfermedad, qué factores pueden contribuir a su desarrollo y las opciones de tratamiento disponibles.
¿Qué es la pododermatitis?
La pododermatitis se refiere a cualquier tipo de inflamación de la piel en las patas de los perros. Puede afectar una o varias patas y se manifiesta a través de síntomas como enrojecimiento, hinchazón, picazón y, en casos más severos, formación de llagas o pus. La piel de las patas es muy sensible y está expuesta a múltiples factores que pueden causar irritación. Por lo tanto, es esencial que los dueños de perros estén atentos a cualquier cambio en el comportamiento o la apariencia de las patas de sus mascotas.
La pododermatitis puede ser aguda o crónica. La forma aguda se presenta repentinamente y puede ser causada por una reacción alérgica o una infección. En cambio, la forma crónica es más persistente y puede deberse a condiciones subyacentes como alergias alimentarias o dermatitis atópica. Es importante realizar un diagnóstico adecuado para determinar la causa exacta y proporcionar el tratamiento adecuado.

Síntomas de la pododermatitis
Los síntomas de la pododermatitis pueden variar dependiendo de la gravedad de la condición. Algunos de los signos más comunes incluyen:
- Enrojecimiento: La piel de las patas puede volverse roja e inflamada.
- Hinchazón: Las almohadillas pueden aparecer hinchadas o agrandadas.
- Picazón: El perro puede lamerse o rascarse las patas de manera excesiva.
- Mal olor: Una infección puede causar un olor desagradable en las patas.
- Secreción: Puede haber formación de pus o líquido en las áreas afectadas.
Además de estos síntomas, el perro puede mostrar cambios en su comportamiento. Por ejemplo, puede mostrarse más irritable o reacio a caminar. Si observas alguno de estos síntomas, es fundamental que consultes a un veterinario para obtener un diagnóstico adecuado.
Causas de la pododermatitis
Existen diversas causas que pueden contribuir al desarrollo de la pododermatitis en perros. Entre las más comunes se encuentran:

- Alergias: Las alergias alimentarias o ambientales son una causa frecuente de pododermatitis. Los perros pueden ser alérgicos a ciertos alimentos, polen, ácaros del polvo o productos químicos.
- Infecciones: Las infecciones bacterianas o fúngicas pueden desencadenar la inflamación de la piel. Estas infecciones pueden desarrollarse a partir de heridas o irritaciones.
- Parásitos: Los parásitos como pulgas y garrapatas pueden causar irritación y picazón en las patas, lo que lleva a la pododermatitis.
- Irritantes: Sustancias como productos de limpieza, sal en el invierno o superficies ásperas pueden irritar la piel de las patas del perro.
- Condiciones subyacentes: Algunas enfermedades como el hipotiroidismo o la enfermedad de Cushing pueden predisponer a los perros a desarrollar pododermatitis.
Identificar la causa subyacente de la pododermatitis es crucial para un tratamiento efectivo. Por ello, es importante llevar a tu perro al veterinario si notas síntomas de inflamación en sus patas.
Diagnóstico de la pododermatitis
El diagnóstico de la pododermatitis generalmente implica una evaluación clínica completa por parte de un veterinario. El veterinario comenzará realizando un examen físico detallado de las patas del perro y revisará su historial médico. Es posible que se realicen pruebas adicionales para determinar la causa de la inflamación.

Las pruebas pueden incluir:
- Raspados de piel: Se toma una muestra de la piel para examinarla en busca de parásitos o infecciones.
- Pruebas alérgicas: Pueden realizarse pruebas cutáneas o análisis de sangre para identificar posibles alergias.
- Biopsia de piel: En casos complejos, se puede tomar una muestra de piel para su análisis histopatológico.
El veterinario también puede preguntar sobre el entorno del perro, su dieta y cualquier cambio reciente en su rutina que pueda haber contribuido al problema. Con toda esta información, podrá hacer un diagnóstico adecuado y recomendar el tratamiento más efectivo.
Tratamiento de la pododermatitis
El tratamiento de la pododermatitis depende de la causa subyacente. Es fundamental seguir las indicaciones del veterinario para asegurar una recuperación adecuada. Algunos de los tratamientos más comunes incluyen:
- Medicamentos antihistamínicos: Estos medicamentos pueden ayudar a controlar las reacciones alérgicas y reducir la picazón.
- Antibióticos: Si hay una infección bacteriana, el veterinario puede recetar antibióticos para tratarla.
- Antifúngicos: En caso de infección por hongos, se pueden utilizar medicamentos antifúngicos.
- Champús medicados: Los champús específicos pueden ayudar a limpiar y tratar la piel inflamada.
- Tratamientos tópicos: Crema o ungüentos pueden aplicarse directamente en las áreas afectadas para aliviar la inflamación.
Además de estos tratamientos, es importante mantener una buena higiene en las patas del perro. Esto incluye limpiar regularmente sus patas después de pasear y asegurarse de que no haya objetos extraños o irritantes en la piel. También es recomendable revisar las patas de tu perro con frecuencia para detectar cualquier signo de irritación o infección a tiempo.
Prevención de la pododermatitis
La prevención de la pododermatitis es esencial para mantener la salud de las patas de tu perro. Aquí hay algunas recomendaciones para ayudar a prevenir esta condición:
- Mantener la higiene: Limpia las patas de tu perro después de cada paseo, especialmente si ha estado en áreas donde hay irritantes como sal o productos químicos.
- Controlar las alergias: Si tu perro tiene alergias conocidas, trabaja con tu veterinario para manejarlas adecuadamente. Esto puede incluir cambios en la dieta o medicación.
- Revisar las patas regularmente: Inspecciona las patas de tu perro con frecuencia para detectar signos de irritación, lesiones o infecciones.
- Evitar superficies ásperas: Si es posible, evita que tu perro camine sobre superficies que puedan irritar sus patas.
- Visitas regulares al veterinario: Lleva a tu perro al veterinario para chequeos regulares y para tratar cualquier problema de salud subyacente que pueda predisponerlo a la pododermatitis.
Siguiendo estas recomendaciones, puedes ayudar a mantener las patas de tu perro saludables y minimizar el riesgo de desarrollar pododermatitis.
Cuándo acudir al veterinario
Es crucial saber cuándo es el momento adecuado para llevar a tu perro al veterinario. Si observas alguno de los síntomas mencionados anteriormente, como enrojecimiento, hinchazón o secreción, no dudes en buscar atención profesional. Ignorar estos síntomas puede llevar a complicaciones mayores y un tratamiento más complicado.
También es importante acudir al veterinario si notas que tu perro se está rascando o lamiendo excesivamente las patas, ya que esto puede agravar la inflamación y causar infecciones secundarias. Si los síntomas no mejoran con los cuidados básicos en casa, es esencial que un veterinario evalúe la situación.
Cuidados en casa durante el tratamiento
Mientras tu perro está en tratamiento para la pododermatitis, hay varios cuidados que puedes realizar en casa para ayudar en su recuperación. Mantener un ambiente limpio y cómodo es fundamental. Asegúrate de que tu perro tenga un lugar tranquilo donde descansar y evitar que se rasque o lama las áreas afectadas.
Además, puedes ayudar a tu perro a evitar el rascado utilizando un collar isabelino o un arnés especial que impida que acceda a sus patas. Es importante seguir las instrucciones del veterinario sobre la administración de medicamentos y la aplicación de tratamientos tópicos. Nunca apliques productos sin consultar primero a un profesional.
La pododermatitis es una condición que puede causar molestias significativas a los perros, pero con un diagnóstico adecuado y un tratamiento oportuno, la mayoría de los casos se pueden resolver con éxito. La atención regular y la prevención son claves para mantener la salud de las patas de tu mascota. Si tienes alguna preocupación, no dudes en consultar a tu veterinario.